Funámbulo

Sin que nos demos cuenta, vivimos rodeados de funámbulos. O funambulistas, como lo prefiráis. Al final todo se reduce a lo mismo: no tiene importancia. El hecho es que a nuestro alrededor hay personas cruzando la cuerda floja hacia donde creen que está bien. Incluso nosotros lo somos algunas veces. También nos calzamos con sus zapatos y andamos por el cable intentando no caer, con las pesadillas a nuestra derecha y los sueños en el extremo izquierdo de nuestro corazón. La caída siempre depende de nuestra voluntad. De si queremos, o no, caer al vacío sin que nadie nos recuerde, porque al final solo se trata de sobrevivir a nuestros miedos y superar las adversidades. La chica que se sienta a tu lado en clase, cabizbaja por las etiquetas que le ha puesto la gente, y no ella. El hombre que llega al trabajo cansado de vivir desventuras y que, sin embargo, te sonríe para equilibrar la balanza. El vecino que se cruza contigo en el portal y al que se le cae el coraz...