Crónica de una obra dramática

14.6.17;
Premio a la interpretación más larga.

Mi espectáculo giraba en torno a ti. Construía mis emociones recordando cada detalle de nuestra historia: la que ardió. Y de arder, se consumió. Lo teníamos todo... pudimos tenerlo todo. Sigo sin entender qué sucedió, y tampoco sé si quisiera saberlo.
Se me olvidó cómo interpretar; ese chico con grandes sueños fue secuestrado por mi más profunda oscuridad. Tristeza, odio, añoro, amor... crack: corazón roto. Todo lo que tenía (tú) se quebró como un frágil vaso de cristal que choca contra aquello que nunca imaginamos que pasaría. ¿Así era nuestra historia? ¿Frágil?
Caía por un bucle que no cesaba. Y sigo haciéndolo por mi loca manía de echarte de menos con cada día que pasa y vuelvo a recordar que ya no estás, que no has vuelto desde que te fuiste. Las pesadillas conquistan mi cabeza y me arrebatan los sueños como crueles ladrones que te arrebatan aquello que más amas.
Despierto... y sigues sin estar. Las pesadillas siguen presente incluso despierto.
Me repito a mí mismo: ya se me pasará, ya se me pasará... Pero a veces parece que nunca va a suceder. Predico en vano que llegará el día en que te observe como un bonito recuerdo de mi vida, pero nada más que sigo caminando bajo el mismo cielo encapotado de recuerdos nuestros, de lo felices que éramos, de todo lo que pudimos haber sido...
Eras la mismísima felicidad encarnada... Ella tenía tus mismos ojos: marrones. Mi lugar favorito... mi escondite, donde solo tú sabías encontrarme.


En cambio... estoy contento porque nuestra historia ocurrió. Porque, aunque fuera por un tiempo, sucedió. Logramos hacer arder juntos nuestros corazones helados, nos cuidamos, nos queríamos... Es triste no seguir compartiendo esto contigo, pero... sé que me quisiste. Tal vez a tu manera, pero lo hiciste. No tengo ninguna duda. Y aunque no termine de comprender qué ocurrió, te estoy agradecido por todo lo que me diste. Supongo que solo me queda pensar así para estar un poco mejor, para ser como las personas normales son: felices.


Llevar una máscara no significa que todo vaya bien. Pero ¿quién se da cuenta realmente de cuando utilizamos una?
Que sonría no significa que por dentro no esté roto.



-Broken Soul.




Comentarios

Entradas populares de este blog

Hablar con las estrellas

Will (never) be enough

Niña Pequeña