Comenzar
Todos estamos diseñados para equivocarnos. Fallar. Y, tal vez, reparar nuestros errores más adelante. Siempre hay cabida para el arrepentimiento, pero existe un espacio aún más grande para reparar aquello que dejamos atrás.
Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que me atreví a soñar. Han sucedido otras tantas cosas. Algunas, se quedaron atrás y ahora viven en mi cabeza, sin intenciones de volver. Otras las he vivido yo solo, acostumbrado a dejar a la gente marchar y no mirar atrás. También he vivido otras aventuras de la mano de la mejor compañera que se puede tener. Otros han decidido dejar de echar de menos y volver, y escribir una historia diferente.
Todo se reduce a lo mismo: comenzar de nuevo.
Empezar historias nuevas que pueda contar con alegría, o tal vez con tristeza. Pero, seguro, con orgullo.
Equivocarse significa tener la oportunidad de empezar de cero. De reparar los errores que cometimos, o de no repetirlos. Significa escribir sobre una página en blanco, y no sobre aquello que ya está escrito.
Descubrir nuevos libros, seguir adelante con aquello que amas, con quien amas. Escribir novelas, poemas, componer música, crear tu propio personaje, pisar un escenario, cantar, actuar, poder ser otro (o no), componer una nueva banda sonora. Quién sabe cuántas de estas cosas descubriré este año.
Fati memoriae...
Algunas sucederán. Otras, no. Pero es el momento de cerrar un libro y abrir otros tres.
¿Queréis saber qué libro cierro yo?: mi último relato en 14.6.17.
-Principito.
Comentarios
Publicar un comentario