Entradas

Mostrando entradas de junio, 2017

Nuestra banda sonora

Dejamos de creer cuando dejamos de soñar. Una vez dije que tal vez los meses suenen como canciones y los días sean la banda sonora de nuestra vida. ¿Piensas que no es cierto? Bueno... te contaré una historia.  Vaya, ya son tantas que se podrían escribir más relatos. Espero que te guste. Hubo un día en que decidí liberar a los pájaros enjaulados que vivían en mi cabeza. Aún me acuerdo de sus nombres. Imaginación, Ilusión, Sueño, Arte, Felicidad, Deseo, Amor, Alegría, Anhelo, Risueño... Y muchos más. Todos ellos eran hermosos y de majestuosas plumas. Entonces, echaron a volar y desaparecieron para siempre por mi mente. Desde entonces no han vuelto, porque ahora son libres. A veces pían en algún rincón remoto, y yo escucho las historias que me cuentan. Estoy en una sala oscura. De repente, la luz aparece vagamente y descubro un piano de cola entre mis dedos. Tiene una tesitura de ocho octavas. Parece hecho para mí. La luz me permite entrever que estoy sentado frente...

Cruzado

Cuando todo está destrozado y no quedan más que páginas en blanco y una cáscara vacía sin inspiración, tu única salida es utilizar tu mejor máscara y parecer convincente frente a un mundo que antes te alegraba, y que ahora solo te hace sentir mejor en la más cruda soledad. Con cada paso sientes que te pesan más los pies, los arrastras, como si estuvieras anclado a la corriente del peor mar, que tira de ti para hundirte en su tristeza. Y te preguntas: ¿se estará bien en sus profundidades? Y es que no queda ningún otro rincón que te haga sentir bien. Ni nada que te motive.  Incluso los colores han perdido su vitalidad. Andas por una calle gris, monótona, neutra. Donde las luces se han cansado de brillar con alegría; sabes que es así porque tú te sientes igual. Apagado. Incluso l as personas que caminan por la misma calle sinuosa tienen la mirada vacía. Os prometo que esa sensación es una mierda. No saber encontrarte.  Y mucho menos no saber  si has llegado a ...